El consejo de larga data de simplemente “moverse más” ha sido refinado por investigaciones recientes: caminar durante más tiempo y de manera sostenida es significativamente más efectivo para reducir las enfermedades cardiovasculares (ECV) y el riesgo de mortalidad general que las caminatas cortas y frecuentes. Un nuevo estudio observacional de más de 33,500 adultos de 62 años en promedio encontró que aquellos que acumularon la mayor parte de sus pasos diarios en sesiones de 15 minutos o más experimentaron casi un 70% menos de riesgo de ECV y un 80% menos de mortalidad por todas las causas en comparación con los que tomaron paseos más cortos.
La crisis del sedentarismo y caminar como remedio
La vida moderna es cada vez más sedentaria, lo que lleva a comparaciones con fumar en términos de impactos en la salud a largo plazo. Si bien no es tan letal de inmediato, permanecer sentado durante mucho tiempo contribuye a una serie de problemas de salud. Caminar presenta una solución accesible y de bajo costo. Sin embargo, la eficacia depende de cómo caminamos.
Detalles y hallazgos del estudio
Los investigadores analizaron los hábitos de caminata de adultos “subóptimamente activos”: aquellos que dan un promedio de menos de 8.000 pasos diarios. El estudio dividió a los participantes según la duración de la caminata: caminatas cortas (menos de 5 minutos), caminatas medias (5-15 minutos) y caminatas largas (más de 15 minutos). Durante una década, aquellos que priorizaron caminatas más largas demostraron resultados dramáticamente mejores.
“Los adultos subóptimamente activos que acumularon la mayor parte de sus pasos diarios en sesiones más largas tuvieron menor mortalidad y riesgo de ECV que aquellos que acumularon la mayoría de sus pasos diarios en sesiones más cortas”.
Esto sugiere que, si bien cualquier movimiento es mejor que nada, la actividad sostenida produce los mayores beneficios para la salud.
Correlación versus causalidad e implicaciones prácticas
Es fundamental señalar que este estudio establece una correlación, no una causalidad directa. Es probable que otros factores contribuyan a las disparidades de salud observadas. Sin embargo, las fuertes asociaciones sugieren una clara ventaja para las caminatas más largas.
Los hallazgos subrayan un mensaje simple pero poderoso: incorporar sesiones de caminata más largas en las rutinas diarias puede mejorar significativamente los resultados de salud. A diferencia de las costosas membresías de gimnasios o equipos especializados, caminar es universalmente accesible, lo que lo convierte en una medida preventiva práctica y eficaz para las enfermedades cardiovasculares y la longevidad general.


















