Una nueva investigación sugiere que la suplementación personalizada con vitamina D podría reducir drásticamente el riesgo de ataque cardíaco en personas con enfermedades cardiovasculares preexistentes. El estudio, aunque todavía preliminar, ofrece un rayo de esperanza y plantea preguntas interesantes sobre la mejor manera de abordar el uso de la vitamina D en el control de la salud del corazón.
Un ensayo aleatorio realizado en un centro médico de Utah siguió a más de 600 adultos diagnosticados con síndrome coronario agudo (reducción del flujo sanguíneo al corazón debido a arterias bloqueadas). Estos participantes, en su mayoría hombres (78%) con una edad promedio de 63 años, tenían antecedentes de problemas cardíacos y casi la mitad ya había experimentado un ataque cardíaco. Es importante destacar que la mayoría de los participantes comenzaron el estudio con niveles insuficientes de vitamina D en la sangre: menos de 40 nanogramos por mililitro (ng/mL), el umbral generalmente considerado óptimo para la salud.
Los investigadores dividieron el grupo en dos: uno que recibió dosis personalizadas de vitamina D para alcanzar y mantener ese nivel objetivo (entre 40 ng/ml y 80 ng/ml), con ajustes cada tres meses, y otro grupo que recibió atención estándar sin un manejo personalizado de la vitamina D. Los resultados fueron sorprendentes: después de un período de seguimiento promedio de casi cuatro años, el grupo de vitamina D personalizada tuvo un riesgo 52% menor de sufrir otro ataque cardíaco en comparación con aquellos que no recibieron dosis personalizadas.
Si bien esta reducción es particularmente significativa en la prevención de ataques cardíacos, el estudio no encontró beneficios comparables para la prevención de accidentes cerebrovasculares, la hospitalización por insuficiencia cardíaca o la mortalidad.
Vitamina D y salud del corazón: una relación compleja
Este hallazgo prometedor se basa en investigaciones anteriores que han arrojado resultados mixtos sobre el impacto de la vitamina D en la salud cardiovascular. Algunos estudios sugirieron beneficios potenciales para reducir el riesgo de eventos cardíacos, mientras que otros no lograron establecer una conexión clara. Este nuevo ensayo enfatiza la importancia de la dosificación individualizada, ir más allá de las prescripciones estándar y monitorear de cerca los niveles en sangre.
El Dr. Klaus Witte, cardiólogo de la Universidad de Leeds que se especializa en los efectos de la vitamina D en la salud del corazón, señala: “Puede resultar abrumado, por lo que tomar dosis tan altas sin control probablemente no sea una buena idea”. Si bien el estudio involucró dosis diarias relativamente altas (hasta 5000 UI para algunos participantes) para alcanzar los niveles sanguíneos objetivo, los investigadores monitorearon de cerca a los participantes y limitaron el tratamiento a 80 ng/ml para evitar una posible toxicidad.
Avanzando: atención personalizada e investigación futura
La Dra. Heidi May, autora principal del estudio y epidemióloga de Intermountain Health, reconoce que las limitaciones del ensayo (incluido su tamaño relativamente pequeño y su falta de diversidad) subrayan la necesidad de estudios más amplios e inclusivos. Ella aboga firmemente por discutir la suplementación con vitamina D con los proveedores de atención médica en lugar de autoprescribirla: “Nuestro estudio muestra que la suplementación con vitamina D no es sólo un comodín, es una cuestión muy personal”.
¿La comida para llevar? Si bien este único estudio no reescribe las reglas del manejo de la salud del corazón, ofrece evidencia convincente de que la terapia personalizada con vitamina D merece una seria consideración. Se necesita más investigación para confirmar estos hallazgos y ampliar nuestra comprensión del papel que desempeña este nutriente potencialmente poderoso en la prevención de eventos cardiovasculares.

























































