Todos sabemos que la terapia de frío y calor es una fuente inagotable de salud. Acelera la energía celular, fortalece la resiliencia y ayuda al cuerpo a eliminar toxinas: un verdadero beneficio mutuo. Si bien las saunas elegantes y los baños de hielo parecen ser los métodos preferidos, no se necesitan dispositivos de alta tecnología para obtener estos beneficios.

¿Fácil? Las duchas frías son tu nuevo mejor amigo para la parte “fría” de la ecuación. Simplemente baje la temperatura del agua durante esos últimos 30 segundos: ¡una pequeña zambullida sin inversión! Pero la terapia con calor es más complicada. Abrir el grifo no replicará los efectos de una sauna (¡y podría provocar quemaduras!), y las saunas portátiles pueden volverse costosas rápidamente.

Pero la Dra. Vivian Chen, médica de medicina interna certificada, tiene un truco económico: el ejercicio.

Sudar toxinas: la ventaja del ejercicio

“Si no puede permitirse una sauna, el ejercicio es un fantástico sustituto”, explica el Dr. Chen en el podcast mindbodygreen.

He aquí por qué: su sistema linfático actúa como la red de drenaje de su cuerpo, filtrando las toxinas. A diferencia del sistema circulatorio con su potente bomba (el corazón), la linfa no tiene ninguna. El movimiento estimula este sistema crucial, haciendo que esas toxinas fluyan hacia donde pertenecen para su eliminación. Sin suficiente movimiento, el líquido se estanca (piense en ello como un drenaje obstruido), lo que lleva a una desintoxicación lenta.

“Si no mueve el cuerpo, el líquido de la linfa se estanca”, explica el Dr. Chen. “No se mueve, por lo que ahora las toxinas no se mueven a donde deberían estar y no te estás desintoxicando”.

El ejercicio ayuda a eliminar estas toxinas almacenadas a través del sudor. Los estudios sugieren que la sudoración puede ayudar a eliminar metales pesados ​​y sustancias químicas nocivas como los ftalatos y el BPA.

Más allá del gimnasio: cómo moverse para desintoxicarse

El Dr. Chen enfatiza que los entrenamientos intensos no son una necesidad. Simples ráfagas de actividad a lo largo del día pueden ser igual de efectivas. Piense en saltos durante su descanso laboral o en estiramientos mientras se pone al día con los correos electrónicos.

“Cada hora, simplemente haz saltos durante un minuto o algo así”, sugiere el Dr. Chen. “Levántate cada hora y mueve tu cuerpo en todo lo que puedas”.

Apoyando la desintoxicación natural

Recuerde, ¡su cuerpo naturalmente se desintoxica constantemente! El ejercicio y la terapia con frío y calor son aliados poderosos, pero estos hábitos adicionales pueden amplificar aún más el proceso:
* Terapia de luz roja: Emerge como una herramienta de bienestar popular.
* Suplementos de desintoxicación del hígado: Elija opciones acreditadas respaldadas por expertos.
* Manejo del estrés: El estrés crónico desequilibra el cuerpo. Prioriza técnicas de relajación como la meditación o el yoga.
* Salud intestinal: Un microbioma saludable es esencial para una desintoxicación óptima.

Al adoptar estas prácticas, puede respaldar los procesos naturales de limpieza de su cuerpo y disfrutar de los numerosos beneficios de la desintoxicación sin necesidad de una costosa sauna.