Para quienes son conscientes de sus niveles de azúcar en sangre, el pastel de calabaza surge como la opción más saludable entre los dos clásicos del Día de Acción de Gracias. Si bien ambos postres contienen azúcar, el contenido de carbohidratos ligeramente más bajo y el mayor contenido de fibra del pastel de calabaza le dan una ventaja.

Por qué el pastel de calabaza es mejor

Los expertos en nutrición coinciden en que cuando se trata de controlar el azúcar en sangre, el pastel de calabaza es la opción preferida. Una rebanada estándar contiene aproximadamente 25 gramos de azúcar, en comparación con los 30 gramos de la tarta de manzana. La diferencia no es drástica, pero cada gramo cuenta para quienes vigilan sus niveles de glucosa.

Fundamentalmente, el pastel de calabaza también contiene más fibra (2,39 gramos) y proteínas (5,19 gramos) por rebanada que el pastel de manzana (2,19 gramos de fibra, 2,97 gramos de proteína). Estos nutrientes retardan la digestión, lo que ayuda a prevenir picos rápidos de azúcar en sangre.

Carga glucémica y otras consideraciones

Ambos pasteles registran una carga glucémica moderada, lo que significa que ninguno provoca un aumento extremo de azúcar en sangre. Sin embargo, el pastel de calabaza proporciona beneficios nutricionales adicionales: es más bajo en calorías (323 frente a 397 en el pastel de manzana) y más rico en vitaminas y minerales como la vitamina A y el potasio.

“Controlar el nivel de azúcar en sangre no se trata solo de evitar picos, sino de prevenir caídas de energía y antojos”, explica Jackie Topol, dietista registrada especializada en prediabetes.

Intercambios inteligentes y opciones caseras

Si busca alternativas más saludables, considere las manzanas al horno, las tartas de frutas rústicas o las natillas de calabaza. Hacer su propio pastel le permite controlar el contenido de azúcar y aumentar la fibra usando cortezas integrales o aderezos de avena. Especias como la canela, el jengibre y la nuez moscada también pueden realzar el sabor sin azúcar agregada.

En última instancia, si bien disfrutar de una porción de cualquiera de los dos pasteles no arruinará su salud, el pastel de calabaza ofrece una ligera ventaja para la estabilidad del azúcar en la sangre y un valor nutricional adicional.