Un nuevo documental protagonizado por el actor Chris Hemsworth revela su viaje personal con la enfermedad de Alzheimer en etapa inicial de su padre, destacando el potencial de la terapia de reminiscencia como método para controlar la enfermedad. La película, Chris Hemsworth: Un viaje por carretera para recordar, documenta un viaje en motocicleta de 200 millas a través de Australia realizado para explorar cómo activar recuerdos a largo plazo puede mejorar la función cognitiva en personas afectadas por la enfermedad de Alzheimer.

El principio básico: aprovechar la memoria a largo plazo

La enfermedad de Alzheimer erosiona progresivamente la memoria, pero los recuerdos a corto plazo se deterioran más rápido que los recuerdos a largo plazo. La terapia de reminiscencia aprovecha esto mediante el uso de estímulos familiares (fotos, objetos antiguos o visitas a lugares significativos) para evocar recuerdos positivos. No se trata sólo de nostalgia; es una intervención dirigida.

Según la Dra. Arshia Khan, investigadora biomédica de la Universidad de Minnesota, “es algo familiar y positivo”, diseñado para ayudar a los pacientes a acceder a recuerdos que permanecen intactos en las etapas temprana y media de la demencia. El Dr. Paul Ragan de la Facultad de Medicina de la Universidad de Vanderbilt explica que la terapia ayuda a calmar la agitación y la frustración causadas por la pérdida de memoria al recordarles a los pacientes su pasado.

Cómo Hemsworth aplicó la terapia

Hemsworth adoptó un enfoque poco convencional: recrear la casa de su infancia hasta los cuadros enmarcados en la repisa de la chimenea. Cuando su padre, Craig Hemsworth, entró en la réplica, inmediatamente sintió una sensación de familiaridad y respondió con “Como en casa”. Este momento subrayó el poder de los recuerdos a largo plazo profundamente arraigados y proporcionó una demostración visible del efecto de la terapia.

El impacto del documental radica en su ilustración del mundo real de una técnica que a menudo se discute en entornos clínicos. No es una cura, sino una forma de mejorar la calidad de vida accediendo a la función cognitiva preservada.

La ciencia detrás de la terapia de reminiscencia

La investigación respalda los beneficios de este método. La terapia de reminiscencia ayuda a mantener el sentido de identidad del paciente al reforzar quiénes son a través de experiencias pasadas. Puede implementarse en diversos entornos, desde interacciones familiares hasta instalaciones de vida asistida, incluso de manera informal a través de reuniones sociales, como sugiere el Dr. Khan.

“Veo a muchos adultos mayores reunirse con amigos y charlar”, señala. “Esa es una forma de terapia de reminiscencia y puede resultar muy útil”. La clave es el compromiso constante con estímulos positivos y personalmente relevantes.

Conclusión: La terapia de reminiscencia no reemplaza el tratamiento médico, sino que es un complemento valioso para la atención de la demencia centrada en la persona. Es accesible, adaptable y está respaldado por evidencia como un medio para mejorar el estado de ánimo, reducir la agitación y mantener el compromiso cognitivo en personas con enfermedad de Alzheimer.